Hoy os presentamos a nuestro querido globoñeco del Correcaminos disfrazado para las fiestas de Halloween.
Figura hecha con:
Figura hecha con:
- 2 globos 260 negros (cresta, cuello, cuerpo y cola)
- 2 globos 260 naranjas (pico, patas)
- 1 trozo de globo 260 blanco (ojos)
El Correcaminos, un nuevo personaje de dibujos animados que se ha apuntado a nuestra fiesta de Halloween. Un poquito de negro y un poquito de gris y ya está listo para la fiesta. A ver si ahora el Coyote se atreve a meterse con él.
Tan sólo cambiando los colores de los globos y pintando la cara con motivos de terror conseguimos darles un toque de miedo. Pero a veces fallamos. Si algún día subimos fotos con las tomas falsas seguro que os reís de algunos de nuestros intentos. Valga como ejemplo el primer Piolín que intentamos para Halloween, todo un fracaso. Parecía más bien un pollo demasiado asado. Como os lo podéis imaginar lo hicimos todo negro, ¿no daría más miedo todo de negro? Pues no, daba pena, parecía que se había quemado. Pero quién no ha escrito alguna vez un reglón torcido, por lo menos nos pasamos unas risas con él.
Nos encanta el Correcaminos. Es tan aparatoso, tan grande, tan bonito, tan llamativo y sobre todo tan rápido de hacer. Es un éxito seguro. No nos cansamos, ni cansaremos nunca de hacerlo, aunque sea en plan gótico.
Con la misma velocidad que el Correcaminos, os dejamos, no antes de avisaros de que en el próximo artículo nos visitará una Blancanieves muy, muy terrorífica.
¡Felices globos!
Tan sólo cambiando los colores de los globos y pintando la cara con motivos de terror conseguimos darles un toque de miedo. Pero a veces fallamos. Si algún día subimos fotos con las tomas falsas seguro que os reís de algunos de nuestros intentos. Valga como ejemplo el primer Piolín que intentamos para Halloween, todo un fracaso. Parecía más bien un pollo demasiado asado. Como os lo podéis imaginar lo hicimos todo negro, ¿no daría más miedo todo de negro? Pues no, daba pena, parecía que se había quemado. Pero quién no ha escrito alguna vez un reglón torcido, por lo menos nos pasamos unas risas con él.
Nos encanta el Correcaminos. Es tan aparatoso, tan grande, tan bonito, tan llamativo y sobre todo tan rápido de hacer. Es un éxito seguro. No nos cansamos, ni cansaremos nunca de hacerlo, aunque sea en plan gótico.
Con la misma velocidad que el Correcaminos, os dejamos, no antes de avisaros de que en el próximo artículo nos visitará una Blancanieves muy, muy terrorífica.
¡Felices globos!